Ignacio Linares

A lo largo de 25 años, me ha tocado innovar muchas veces. Para rehacer negocios que ya no funcionaban. O para que otros que lo hacían siguieran creciendo.

Lo he hecho como director en grandes empresas, como consultor de otros, en empresas grandes y medianas, y como fundador de mi propia empresa.

En España, y en otros muchos mercados en Europa, Estados Unidos e Hispanoamérica.

Y ahora lo hago para que los que venís detrás, tengáis la misma esperanza de mejorar que yo he tenido siempre.

Vivimos un cambio sin precedentes.

No es una crisis más. No es una transformación sectorial. Es la creación de un nuevo orden mundial, impulsada por una tecnología que nadie comprende completamente: la inteligencia artificial.

Y esta vez es diferente. Porque por primera vez en la historia, hemos creado algo que puede hacer todo lo que hacemos nosotros. Mejor. Más rápido. Más barato.

Nadie sabe qué viene. Ni los expertos. Ni los que la crean. Esa incertidumbre es aterradora.

Pero también es tu oportunidad.

Porque cuando nadie tiene el mapa, saber moverte sin él es tu ventaja. Cambiar de dirección. Aprender. Generar ideas nuevas cuando todo lo demás ya no sirve.

Y esto no va solo de emprendedores o startups. Va de cualquier persona, en cualquier trabajo. Seas diseñador, analista, manager, enfermera, ingeniero o profesor: si no sabes innovar en tu día a día, si vas a hacer lo mismo, aunque sea mejor, vas a ser vulnerable a una tecnología que está pensada para mejorar de forma constante.

La innovación ha dejado de ser el dominio de unos pocos visionarios. Ahora es una habilidad básica. Como leer. Como usar un ordenador.

Innovar es una habilidad.

No es un don. Se aprende con método y se mejora con la práctica.

No tienes que conformarte con esperar a ver qué pasa. Con el "no hay nada que hacer". Con el "esto siempre ha sido así". Con la dictadura de la mediocridad que te dice que aceptes, que te adaptes, que no aspires a más.

Si quieres más, no te conformes. Aprende a innovar. Y crea tu futuro.